En el año 1981 la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM) instauró el 21 de junio como el Día Internacional de la Educación no Sexista.
Debemos entender que el sexismo encuadra a todas aquellas expresiones, comportamientos y actitudes que conllevan a una discriminación basada en el sexo y naturalizan relaciones de poder jerárquicas e inequitativas.
La educación es un derecho humano fundamental, es por ello que es sumamente necesario asegurar el acceso a una educación inclusiva y feminista, en todos los niveles, en la que se respete la diversidad sexual y que desarme los estereotipos impuestos en la sociedad.
Es imprescindible promover y recibir una educación no sexista temprana debido a que desde la infancia las personas desarrollamos nuestras creencias, hábitos sociales y adquirimos roles de género.
La educación basada en la igualdad es una herramienta esencial para prevenir la discriminación y las violencias basadas en cuestiones de género. Para que esto ocurra se deben visibilizar las conductas sexistas discriminatorias y mandatos de género que aún continúan afectando nuestros derechos.
La Educación Sexual Integral -ESI- (Ley nº 26.150) es uno de los mecanismos que contribuyen a la erradicación de la educación sexista y a construir una sociedad más justa e igualitaria; la misma establece la igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres como uno de sus objetivos principales.
Hoy por hoy continúa siendo necesario la existencia de formadores educativos que posean un papel activo en la enseñanza no machista teniendo en cuenta las prácticas discriminatorias y sexistas que se perpetúan a diario.
Fuente: www.derecho.uba.ar