25 de Mayo y género: “La madre de la patria”

Desde el observatorio pensamos  en abordar la Revolución de Mayo desde una mirada de género,  para volver a pensar nuestro pasado como nación. El género de la patria es una premisa que nos induce a conocer y reflexionar sobre la historia desde una nueva agenda de derechos, una oportunidad para profundizar el nexo entre efemérides y democracia.

El 25 de mayo de 1810 marcó un antes y un después en la historia nacional. En un escenario de fuerte crisis de la monarquía española, que se venía desarrollando desde principio del 1800, se produjo la Revolución de Mayo, el primer intento de crear un gobierno integrado por los criollos.

En aquel mes de mayo de 1810, después de un tiempo de fuerte convulsión política, la autoridad española, el virrey Cisneros, fue depuesto, se vio obligado a renunciar y, de ese modo, se pudo conformar la Primera Junta de Gobierno; es decir, la primera experiencia de un gobierno sin participación de la corona española. De esta manera se constituyeron las bases para la futura independencia y la fundación de nuestra patria.

¿Quién fue María Remedios del Valle?

María Remedios del Valle fue una de las tantas mujeres revolucionarias que participaron activamente en los combates por nuestra independencia. La historia de la «Capitana», como también la de otras afrodescendientes —provenientes mayoritariamente de los sectores subalternos— estuvo solapada o directamente vedada en la literatura histórica tradicional.

El proceso independentista iniciado en 1810 abrió para las clases populares un contexto más favorable donde plantear sus demandas y brindó algunas oportunidades de ascenso social antes desconocidas. Para los esclavos también produjo algunos cambios: muchos de ellos se sumaron a los ejércitos como libertos, bajo la promesa de que obtendrían su libertad una vez culminada la guerra.

Del Valle nació en Buenos Aires en 1766. Según el sistema de castas vigente en la época era «una parda». Partió junto a su marido e hijos en la primera expedición militar hacia el Alto Perú en junio de 1810. Bajo el mando del general Manuel Belgrano participó en las victorias de Tucumán y Salta (1812 y 1813) y en las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma (1813). En esta última batalla fue herida de bala, tomada prisionera por los realistas y luego sometida a azotes públicos. Belgrano la reconoció como Capitana.

En 1826 se iniciaron gestiones para que recibiera una pensión por los servicios prestados a la Patria. La Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires le otorgó el cargo de Sargento Mayor de Caballería en 1829, que mantuvo hasta su muerte el 8 de noviembre de 1847. En su memoria, en el año 2013, ese día fue declarado como el Día Nacional de los/as afroargentinos/as y de la cultura afro.

Fue mujer, negra y pobre. Su historia como Madre de la Patria recién empezó a conocerse en los últimos años, gracias a la irrupción de nuevas miradas sobre la construcción de la nación y al reclamo de visibilización de las mujeres y de los y las afrodescendientes.